Pratchett y Emily – Memorias de un friki exiliado XIII
Como dije al principio de los tiempos (septiembre), me traje libros y juegos. De uno de los libros ya hablé, y hoy me toca del otro. El fantástico «¡Guardias!¡Guardias!» de Terry Pratchett. Fantástico en sentido literal, es de fantasía. Y el juego del que hablaré, aunque en menor extensión, es de «Emily is away». Un título que, aunque corto y de mecánica simple, hace «click» en la cabeza.
«Emily is away» es un juego gratuito en Steam (estáis tardando). Una historia interactiva en la que hay dos protagonistas: Emily y la persona que juega. ¿En que consiste? En hablar con Emily por un chat. Así de simple, así de sencillo. Elige una opción de diálogo, aporrea el teclado para «escribir» y espera a que Emily responda. Y ya. ¿Qué tiene de especial? Que si eres una persona tímida a la que le cueste hablar, estarás jugando tu propia vida. Y esto fue lo que me pasó a mi. Al principio me parecía divertido, porque se parece mucho a mi forma de ser. Al final… me quedé deprimido porque se parece mucho a mi forma de ser. No voy a hacer spoiler, es un juego muy corto que en menos de una tarde se ha completado. Así que jugadlo, y así puede que os deis cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, y que no podemos desaprovecharlo.
Ahora vamos con el plato fuerte. Si no conocéis a Terry Pratchett, nunca es tarde. Su «Mundodisco» es uno de los lugares de fantasía más conocidos y queridos por los fans. Y no es para menos. Pratchett consiguió crear un mundo mágico y de fantasía como pocos autores han logrado. Y sus novelas del Mundodisco están conectadas, de forma que varios personajes aparecen en las diferentes historias. Pero lo que tiene Terry Pratchett de especial, es la forma en la que escribe. El humor que utiliza en sus novelas y la humanidad de sus personajes hacen del «Mundodisico» un mundo creíble.Poniendo un ejemplo. Cada vez que alguien llama a los guardias para enfrentarse a un desconocido solo y desarmado, los guardias pierden. Y eso Pratchett lo sabe, y los guardias lo saben. Así que cada vez que alguien llama a los guardias, ellos no tienen mucho interés por luchar. Porque ese enemigo seguro que se cuelga de la lámpara y les da una patada voladora. No muy común, pero típico. Así que con eso juega Pratchett. Con lo típico en las historias de fantasía. ¿Por qué un ciudadano normal y corriente va a saber hablar como un erudito? Pues es normal que cuando lo intente se equivoque Quedando bien con el resto de ciudadanos normales y corrientes, pero haciendo el ridículo frente a los eruditos de verdad. Sí, amigos. Terry Pratchett introdujo a los «cuñaos» en las novelas de fantasía. Pero aparte del humor, es que las novelas de Terry Pratchett tienen calidad. No pretenden ser nada espectacular. Pero lo consiguen. Simplemente son historias de gente ordinaria a la que de repente les ocurren cosas extraordinarias. Porque en un mundo donde la magia campa a sus anchas, pues estas cosas son normales.
No voy a desvelar nada sobre el argumento de «¡Guardias!¡Guardias!». Simplemente diré que ellos son los protagonistas de esta historia. Son un grupo de guardias tan… raro, que puede funcionar. Y lógicamente, tienen que lidiar con asuntos mágicos. Como todas las de Pratchett, es una novela corta, divertida, atrayente y fácil de leer. Además, es una de las más conocidas del autor, así que es una forma genial de adentrarse en el «Mundodisco» de Pratchett. Si engancha, que lo hará, solo hace falta buscar un poco para saber el orden correcto de lectura, aunque esta sola vale por sí misma. Como todas las de Pratchett. Novelas individuales que se pueden o no completar con el resto. Y no sé qué más decir… Leed a Pratchett. Investigad sobre él. Enamoraos de su obra. Y que así la magia siga fluyendo. Arrivederci e buona serata.
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