Volver a Perugia – Memorias de un friki exiliado XVII

Toca volver a Perugia. Después de hora y media en coche. Después de un retraso de media hora en el aeropuerto. De dos horas y media de avión. Tras esperar otra hora en la estación de tren en Roma. Y tras otras dos horas de tren, regresé a Perugia. Aquí todavía sigue la decoración navideña. Pero claro, con el frío que hace en Perugia, como para que alguien salga a la calle a quitarla… De verdad lo digo, yo, que en mi vida me he quejado del frío de Cuenca. Lo de Perugia es una cosa loca. Y claro, como en mi casa no ha habido nadie durante casi a un mes, estaba a unos 5 grados. Lo mejor para dormir (y para vivir en general).
Volver a la estación de tren de Perugia

Volver a la estación de tren de Perugia

En parte no quería volver a Perugia. Por aquello de que dejo allí a la familia y los amigos (otra vez). Pero sobretodo, si no quería volver a Perugia es porque vengo a hacer exámenes. A mí nadie me dijo que los Erasmus teníamos que estudiar. Y mucho menos que teníamos exámenes. Menudo timo.
Por otra parte, sí quería volver a Perugia. Porque vuelvo a ver a gente con la que he congeniado mucho en muy poco tiempo. Y porque sigue siendo una ciudad preciosa que merece la pena ver otra vez. Y por la pasta. Ay que ver lo buena que está la pasta del comedor de la Universidad. De lunes a viernes. Sin exagerar. Pasta todos los días. Y como Perugia tiene tantas cuestas y tantas escaleras, nadie engorda. Win/win.
En esta primera semana en Perugia ya he hecho dos exámenes (aprobados, gracias por preguntar). Así que solo me quedaría uno para poder decir que he terminado el Erasmus. Hasta entonces, a estudiar. Y después, pues a ver la vida pasar. Poco tiempo, porque debo volver a España. Pero me quedaré más o menos dos semanas más en Perugia. Aunque quiera volver a mi casa, Perugia no se olvida tan fácilmente. Y qué narices, estoy de Erasmus, tendré que disfrutar lo máximo que pueda.
Haciendo cuentas, sí que me ha gustado volver a Perugia. Buen lugar, buena gente y buenas experiencias. Todo el frío que quieras y más, pero una vez se aprende a manejar la calefacción, todo bien. ¿Lo malo? Hay que estudiar. Que sí, que en España también tendría que estudiar para estas fechas. Pero aquí es en otro idioma, y eso pica. Y no tengo mi ordenador para distraerme, ni mi familia para estar con ellos… PENSAMIENTOS POSITIVOS. ME GUSTA HABER VUELTO A PERUGIA. ARRIVEDERCI E BUONA SERATA.